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Publicado: 12 Octubre 2007
Autoridades se reunen con trabajadores y patrono en las áreas
sociales de la planta de tratamiento de desechos sólidos. Se retira el
grupo patronal que manteía sitiada la planta
Reunión con las autoridades y el patrono
En
la tarde de ayer se realizó una reunión en el comedor de la planta de
tratamiento de desechos sólidos en la que participaron: cuatro de los
cinco alcaldes de la mancomunidad de municipios responsable de la
planta, el presidente del Consejo Legislativo, Ruben Ávila; y el
delegado regional de la Defensoría del Pueblo, Oswaldo Reques. Además
de las autoridades, se presentó el patrono de Sincreba, Ricardo Vielma,
acompañado por su abogado, y el grupo de choque que ha mantenido la
planta sitiada, así como un grupo de empleados y obreros afectos a la
patronal. Por parte de los trabajadores que mantienen el control obrero
en la planta bajaron a la reunión cinco delegados.
Algunos trabajadores afectos al patrono plantearon que si el patrono se iba de la planta, había que "reconocerle su inversión".
Algunos de los alcaldes plantearon que la toma obrera era
un problema artificial creado por agentes externos. Jesús Abreu,
alcalde de Ejido, especuló sobre la posible intervención de el INCE en
el asunto, como parte de confrontaciones internas del PSUV, y remató su
intervención planteando que las condiciones de trabajo en la planta
bajo la administración de Sincreba eran "un paraíso", comparadas con la
recolección informal de materiales en el botadero de "El Balcón". El
grupo patronal aplaudió esta afirmación, y ciertamente para el patrono
la planta representa el paraíso de la explotación, en el que los
trabajadores no tienen seguridad industrial, condiciones mínimas de
higiene, su remuneración no alcanza el salario mínimo, y no gozan
de ninguno de los beneficios que el marco legal brinda al trabajador,
como seguro social, cesta ticket, entre otros.
El
abogado del patrono, Richard Uranga Rivero, quien coordinó el bloqueo
de la planta y las agresiones a los trabajadores, habló acerca de la
ilegalidad de la toma.
La pequeña delegación de obreros que mantienen el control
de la planta mantuvo firme su posición, y solicitaron a las alcaldías
que reconocieran el control obrero, retirando definitivamente a
Sincreba de la administración de estas instalaciones que son propiedad
del Estado. Algunos estudiantes y compañeros de lucha de los
trabajadores, quienes han burlado el cerco parapolicial para
poder hacer llegar comida y agua a la planta durante estos días,
manifestaron la gravedad de una situación en la que la policía ha
tolerado que se mantenga a un grupo de más de cuarenta trabajadores
incomunicados, sitiados, y a merced de las acciones violentas del grupo
patronal, se planteó que se trataba de una situación que atenta en
contra de los derechos humanos, y que es deber del Estado garantizar el
respeto a esos derechos. Que se podía incluso recurrir a instancias
judiciales internacionales cuando se trata de violaciones a los
derechos humanos.
El Defensor del Patrono
El
delegado de la Defensoría del Pueblo, Oswaldo Reques, quien ya
había nombrado a la CIA al hablar del conflicto, y había denunciado a
quienes somos solidarios con la toma como manipuladores que
utilizamos a los trabajadores, comparó este reclamo con las acciones
ejercidas por quienes, como el ultraderechista Capriles Radonski,
recurren a las instancias internacionales sin agotar la vía internas,
con meros fines propagadísticos. También planteó el Sr. Reques que si
era necesario traer 100 policías o la Guardia Nacional para disolver la
toma, lo haría, pues a su juicio la toma obrera guardaba similitudes
con las acciones del paro petrolero. Acusó a quienes han acompañado a
los trabajadores de buscar un desalojo violento para justificar una
agenda de agitación, de querer ahogar a Mérida en basura, y comparó a
aporrea.org con Globovisión.
Es
importante recalcar que este delegado conocía de la situación de
bloqueo e incomunicación a la que estaban sometidos los trabajadores de
la planta desde el día martes en la mañana, así como también pudo
constatar en su visita del día miércoles que quien impedía el acceso de
los camiones de la basura a la planta era el grupo patronal, que no
sólo impedía el acceso a los camiones, sino también a las personas que
pretendían llevar agua y alimentos a la planta. Lamentablemente las
gestiones del delegado la noche del miércoles sólo permitieron la
subida de los camiones de basura, y no se tradujeron en el fin del
bloqueo, durante el cual el agua y el alimento se pudo subir sólo a
través de una ruta difícil en un costado de la montaña. El Sr. Reques
sabe que la toma obrera comenzó el día 22 de septiembre, que el
bloqueo a los camiones comenzó esta semana, y que fue efectuado por el
grupo patronal, no por los trabajadores que mantienen el control
obrero. Responsabilizamos al delegado de la Defensoría por cualquier
situación que pueda derivarse de su irresponsable manipulación del
caso.
Los alcaldes mantienen abierto el diálogo, la Defensoría pretende dar por terminado el asunto
El
alcalde de Rangel, Alexander Quintero, manifestó que era necesario
organizar a los trabajadores para que pudieran administrar la planta, y
que el objetivo de los alcaldes debía ser resguardar los intereses de
los trabajadores.
Ricardo Vielma dijo: "nosotros no venimos a
enriquecernos, sino a hacer un proceso social", y añadió que el no
quería explotar a nadie, dirigiéndose a los presentes como sus
"queridos amigos".
Carlos
León Mora, alcalde de Libertador, expresó que no se le podían alargar
las horas a Sincreba, pero que tampoco se le podía sacar de la planta
de una vez, que era necesaria una etapa de transición. También planteó
la necesidad de conformar una comisión que llegue a acuerdos en función
de una solución definitiva al problema, y que los empleados afectos al
patrono se incorporaran el lunes a trabajar en la planta.
Una
funcionaria de la Defensoría del Pueblo dió por decidido el asunto, y
el grupo patronal se retiró satisfecho, dando fin al sitio de la
planta, que llevaba más de 60 horas. León Mora, Reques y Quintero
subieron a la planta para referirle a los trabajadores la decisión
tomada. Los trabajadores manifestaron que no permitirían el regreso del
patrono y que mantedrían el control obrero. Reques sentenció que la
posición de los trabajadores se parecía a la de quienes están en contra
de Chávez, independientemente de lo que haga, por el solo hecho de ser
Chávez, y se retiró. En conversaciones con Quintero y León Mora, se
planteó la necesidad de que los alcaldes evalúen la propuesta del
control obrero, y hubo la disposición de continuar el diálogo.
Video con imágenes del día
lunes, publicado en momentos en que aún la planta era sitiada por el
grupo de choque de Ricardo Vielma
http://www.youtube.com/watch?v=jadFM17eKUo