El imperialismo y la oligarquía quieren tumbar el gobierno del presidente Chavez y no van a parar en medios para derrocarlo. Uno de los medios que tiene la oligarquía es el del sabotaje económico a la revolución a través del cierre de empresas. Estos cierres de empresas muestran como la oligarquía capitalista venezolana no tiene el mas mínimo interés en el desarrollo endógeno del país y en resolver las necesidades sociales de la población, su única motivación es el afán de beneficio aún a costa de la miseria del conjunto del pueblo venezolano.

En junio de 2005 el presidente Chávez anuncio que existían cerca de 800 empresas cerradas y 1147 empresas infrautilizadas e hizo un llamado a la clase trabajadora para que ocupara estas empresas y las pusiera a funcionar. La clase trabajadora es el único sector del pueblo venezolano que puede hacer funcionar las empresas de un modo democrático para satisfacer todas las necesidades del pueblo.

Para ello debe a apropiarse del conjunto del aparato productivo de la nación para hacerlo funcionar a un 100% en benefició de todos. Ello exige que el gobierno bolivariano expropie a la industria básica del país y la ponga bajo control obrero coordinado con las comunidades.

Los trabajadores venezolanos nos hemos resistido a este intento de tumbar la revolución por el saboteo económico. Durante el paro patronal fuimos los trabajadores los que vencimos a la coalición de Fedecámaras y la corrupta y podrida CTV y pusimos de nuevo en marcha la industria petrolera del país y la rescatamos de las garras del imperialismo y la oligarquía Este saboteo continúa, la oligarquía no puede tolerar que los trabajadores organizados lleven la revolución dentro de las empresas. De ahí los innumerables conflictos que han terminado con la toma de empresas por parte de los trabajadores para impedir su desmantelamiento . Sel-Fex, Gottcha , Gamma, Friabasa, Promabasa, Sideroca , Sanitarios Maracay, etc.