Primero de mayo 2008 inicio de un nuevo capítulo de luchas políticas y sociales
- Publicado: 10 Mayo 2008
Por el lugar que históricamente le corresponde a la clase obrera y por la correcta evaluación del papel protagónico de los hermanos indígenas, el movimiento sindical proletario debe adoptar acciones definitorias para la defensa y profundización del proceso boliviano.
En los dos años de gobierno el presidente Morales, no logró desarticular a la oligarquía cruceña constituida hoy en cabeza de playa de la derecha más recalcitrante y fascista instituida en Bolivia.
La serpiente oligárquica debió ser aplastada después del triunfo popular en las elecciones generales del 2005, hoy levantó cabeza debido al incumplimiento de la agenda de octubre del 2003.
No se liquidó los MEGA LATIFUNDIOS, cuyo resultado es el chantaje al estómago de los sectores populares de la nación con la disminución de productos y encarecimiento de precios.
Se retrocedió frente a los partidos derechistas en la convocatoria a la Asamblea Constituyente aceptando los DOS TERCIOS de votos, maniatando a los poderes de la Asamblea que debieron ser soberanos.
La no aplicación oportuna de medidas contundentes envalentonó a la derecha y debilitaron al gobierno popular, los líderes del gobierno no visualizaron que en Bolivia de hecho no puede existir ninguna tercera vía entre capitalismo y socialismo por las condiciones socioeconómicas nítidamente polarizadas entre pocas familias muy ricas y una abrumadora mayoría de familias demasiado pobres.
No Se articuló LA UNIDAD DE ACCION con todos los sectores revolucionarios y antiimperialistas, se desestimó la significación de las organizaciones obreras y sectores de la clase media.
La democracia proletaria no es sectaria, su conciencia de clase es el fundamento de su amplitud democrática y su vocación socialista es parte esencial de su propia naturaleza.
El gobierno, aferrado a la "legalidad burguesa" buscó acuerdos con la derecha pretendiendo conciliar intereses irreconciliables, evitando la ruptura con el sistema económico capitalista, cuando en Bolivia se libra una guerra de intereses diametralmente opuestos., y el respaldo al proceso de cambio es del 80% de la población.
EL MOVIMIENTO OBRERO FRENTE A LA ARREMETIDA CONTRARREVOLUCIONARIA
La dirección de la Central Obrera Boliviana, sin descuidar reivindicaciones económicas buscando resultados prácticos como el incremento del salario mínimo vital con escala móvil, debe PRIORIZAR la lucha ideológica movilizando a las bases frente a la arremetida contrarrevolucionaria. Las organizaciones campesinas movilizadas deben ser respaldadas sin vacilaciones con movilizaciones obreras.
La revitalización de las CODs del interior como la de Oruro significan una reactivación del movimiento sindical, fortalece las prioridades de la lucha de clases motivando la acción revolucionaria.
La coalición de la media luna se lanzó a una guerra contrarrevolucionaria, que debe ser rechazada con movilizaciones de las organizaciones obreras y sectores populares del campo y las ciudades para no limitar la capacidad combativa de la nación en su conjunto.
La derecha no claudicará en su propósito de frustrar este proceso recurriendo a todos los medios y métodos posibles con medidas ilegales, antinacionales y anti continentales como el referéndum autonómico convocado para el 4 de mayo, aun corriendo el peligro de saltar al vacío sin paracaídas.
Nuestra otrora gloriosa Central Obrera Boliviana hoy dirigida por el compañero Pedro Montes y su Comité Ejecutivo están también obligados a tomar iniciativas para coadyuvar acciones de unidad con organizaciones políticas y sociales de izquierda apoyando la conformación de un Frente Amplio Revolucionario para fortalecer la profundización del proceso de cambios acordes con la agenda de octubre del 2003. No olvidar que las acciones revolucionarias no comprometen la independencia sindical cuando estas acciones están en el marco de la ideología de la clase obrera.
¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO COMO REFERENTE DE LUCHA!