El Frente Socialista de Trabajadores de Alcasa fija posición ante la crisis de Alcasa
- Publicado: 22 Enero 2008
El proceso cogestionario se desarrolla en Alcasa como un mandato constitucional contenido expresamente en el Art. 184. Punto 4:
“La participación de los trabajadores y trabajadoras y comunidades en la gestión de las empresas públicas mediante mecanismos autogestionarios y cogestionarios”.
Entendida como la concreción de la democracia participativa y protagónica en la gestión de una planta industrial, para lograr la superación de la organización del trabajo taylorista en las empresas básicas.
El proceso de cogestión y los Consejos de Trabajadores habían sido incorporados al texto de la Reforma Constitucional.
En Alcasa la cogestión está consagrada en el Art.145 del Contrato Colectivo de Trabajo vigente, que establece la creación del Consejo de Fábrica, las mesas de trabajo, voceros y voceras, y la contraloría de trabajadores.
El actual Presidente de la empresa, Ramón Betancourt, llega desde Venalum y se identifica con el gobierno desde que es designado en la Junta Directiva de Alcasa, pero no asume los postulados ideológicos de la revolución bolivariana y socialista en su discurso y en su práctica. Según algunos vecinos de Yoco, años ha se identificaba con Acción Democrática. En Venalum estaba estrechamente relacionado a Tyrone Serrao Baptista presidente de HTR REPRESENTACIONES (que representó a ABB Trading empresa suplidora de químicos para la industria del aluminio), Rafael Sánchez Márquez, Gerardo Serrao (hoy presidente de la AIMM), socio de César Romero y Roberto Wellisch (ver Informe confidencial sobre el Cartel del Aluminio y sus actividades en Venezuela publicado en Aporrea por: Armando Suarez el 14/02/07). También está relacionado con la empresa Grafitos del Orinoco, que mantiene el monopolio del suministro de grafito y coke calcinado a las empresas básicas.
Ramón Betancourt ha conformado un grupo de tareas con: Smith Romero (miembro principal de la Junta Directiva propuesto por los Jubilados de Alcasa), Roger Parra (suplente, propuesto por Trino Silva ex Secretario General de Sintralcasa) y Alexis Madrid, alcasiano, quien funge como asesor. Junto a este grupo, arrastran a Ligia Duerto (propuesta por el colectivo de Economistas), y Carlos Pérez, suplentes sin mayor formación y compromiso político. Después de la salida de Carlos Lanz de la Presidencia, este grupo se fijó como objetivo obtener la permanencia al frente de la planta, haciendo alianzas con cualquiera que los apoye. Esta es una de las causas que origina el desorden operativo y administrativo de la planta, ya que hay una compleja trama de relaciones e influencias, con todos los que hacen vida en la planta y la hacen ingobernable.
Desde el punto de vista económico, su objetivo es hacer la mayor cantidad de negociados posibles, previendo una pronta salida del poder. Uno de los primeros negocios lo hicieron con los juguetes del año 2006, cuando terminaron comprando las computadoras a una empresa que se dedicaba a otro rubro aprovechando que Carlos Lanz estaba hospitalizado. Negociaron con el sindicato y el Gerente de personal, René Carmona, para ingresar en la empresa a familiares del Presidente, y de los dirigentes sindicales, y no honraron el compromiso de ingresar a los cooperativistas relacionados con el proceso productivo.
Este grupo hizo contacto con las multinacionales del aluminio (Glencore, Pechiney) orientándose hacia el aumento de la producción de aluminio primario y no hacia la diversificación productiva y el aumento del valor agregado como se estipula en el plan estratégico de Alcasa 2006-2012 y en el Plan General de la Nación.
Es así que, con el argumento de la adecuación tecnológica y el aumento de la producción, hacen una solicitud de préstamo a un consorcio privado por un monto de 1.700 millones de dólares, que termina en Bancoex; solicitud que es recibida por el hoy ministro de Industrias Básicas y Minería Rodolfo Sanz, quien la rebota solicitando información al Vice Ministro Jesús Paredes. Esta solicitud no contó con el visto bueno del Ministerio de Planificación, ni de ninguna instancia del estado. Resulta particularmente curioso que el monto necesario para la construcción de la V Línea y las adecuaciones tecnológicas asciende a 1.080 millones según las evaluaciones técnicas actuales, no ha habido explicación alguna sobre la diferencia entre dicho monto y los 1.700 solicitados por la presidencia y parte de la Junta Directiva. Cabe acotar que esta fue una Junta Directiva “de pasillo”, y recogieron las firmas de los suplentes y algún principal echándoles vaya a saber qué cuentos.
Otro de los negocios de este grupo se realiza con el plan “hallaquero”. Valiéndose de la necesidad de los desempleados, implementan un plan de empleo rápido para la época decembrina, y para financiarlo recurren a la venta de chatarra de aluminio, uno de los lomitos de los negocios oscuros en Alcasa. La empresa intermediaria es “Odrhiven“, que viene de Valencia disfrazada de cooperativa con el nombre de “Coseman 2005”, que también va a administrar el plan hallaquero, con lo cual el plan mata dos pájaros de un solo tiro. Por si esto fuera poco, los pagos a los desempleados los hacen con cheques provenientes de la Alcaldía de San Diego, Estado Carabobo, alineada políticamente con la oposición, y como somos mal pensados, parece que hay un tercer negocio involucrado.
Están comprometiéndose a efectuar la reparación de las grúas con la Global Resources Co. pagando con suministro de aluminio, en condiciones desfavorables para la empresa.
LAS MULTINACIONALES DEL ALUMINIO Y LOS CARTELES
Las multinacionales del aluminio tienen como objetivo controlar la producción y el comercio de aluminio a nivel mundial, para apropiarse de las ganancias de dicho negocio. Controlan la tecnología para la producción, como así también el comercio. Hay que tener en cuenta que el LME (Liquid Metal Exchange) que es el precio de referencia internacional, es determinado en Londres por representantes de las multinacionales. Es evidente que las estrategias de control se adecúan a la situación particular de cada país. Antes de la llegada del Presidente Chávez a Miraflores, la industria del aluminio en Guayana estuvo a punto de ser privatizada. En su momento, la discusión fue si se vendían las industrias por separado, o en bloque.
La preparación para la privatización requería no realizar inversiones para la adecuación tecnológica, la tercerización de la mano de obra a través de las contratas –que a su vez eran propiedad de algunos gerentes- que escondía la privatización parcial de las operaciones, y toda una serie de maniobras para sabotear la producción y el espíritu de los trabajadores.
La llegada del gobierno bolivariano terminó con las pretensiones de privatización, razón por la cual las multinacionales y sus cómplices criollos, orientaron su estrategia hacia el control de las ventas del aluminio. Queda bajo responsabilidad del estado la producción, no importa a qué costo, si el aluminio es comercializado en condiciones favorables para los traders y carteles relacionados con las multinacionales Glencore y Pechiney principalmente; o a intermediarios nacionales que después terminan exportando el material.
El programa de comercialización determina qué tipo de material se produce (lingotes, pailas, láminas,) y cómo se produce (tipos de aleaciones, espesores) en función de los clientes, sin tener en cuenta los intereses de la Planta y la Nación.
La Cogestión, entendida como la participación de los trabajadores y trabajadoras en la gestión de la planta, pone en peligro a futuro el control por parte de las mafias de las políticas de producción y comercialización.
En un primer momento, Betancourt y Henry Arias tuvieron coincidencias y se defendieron mutuamente, aunque como ya mencionado Betancourt también negoció con otros grupos sindicales y políticos en busca de aliados. Pero en la medida que surgieron los intereses económicos, cada grupo se relaciona con distintos representantes de los traders y carteles. En el caso de Betancourt, como ya mencionado, se relaciona con los Serrao, y a través de ellos con César Romero y Roberto Wellisch, representantes de Glencore. Mientras que Henry Arias se relaciona con Humberto Parado, profesor de metalurgia de la Unexpo, y asesor de los carteles, y el diputado Alexis Romero (el tuqueque), quien tenía cupo de aluminio y le fue quitado durante la gestión de Carlos Lanz. Hoy ambos apoyan a Rojas Suárez y necesitan dinero para financiar la campaña.
Por otra parte, el sindicato, alineado políticamente con la oposición, tampoco es partidario de la cogestión, en la medida que una gestión democrática ponga en peligro las prebendas y privilegios de los dirigentes sindicales. Sin embargo, en este momento levantan las banderas de la cogestión para enfrentarse a Ramón Betancourt y la Junta Directiva, y dar la impresión de estar “alineados” con la propuesta del presidente Chávez.
La oposición en Alcasa.
La oposición en Alcasa está sólidamente posicionada, ya que controla la Gerencia de: Logística, Personal, Comercialización, Finanzas, Consultoría Jurídica, Gerencia General de Operaciones y el Sindicato.
Un sector de esta oposición identificado con Diego Castro, que viene de AD, y otro sector, el de Henry Arias, que agrupa a su vez un conjunto de grupos donde predomina políticamente Causa R.
Estos sectores de oposición caminaban juntos, tienen sus representantes en la Junta Directiva de Alcasa como Directores Laborales, pero al aproximarse la elección para un nuevo período sindical, se separan. Aunque tienen enfoques políticos coincidentes, hay diferencias en los intereses económicos, ya que cada uno tiene sus propias aspiraciones y se vinculan a grupos económicos diferentes.
Henry Arias, secretario general de Sintralcasa, está alineado con la oposición al gobierno:
- apoyó el golpe de Carmona el 11 de Abril de 2002
- apoyó el paro petrolero del 2002-2003, y trató de paralizar a Alcasa; todavía hoy Bottini, también miembro del sindicato, defiende a la Gente del Petróleo que fueron despedidos después del sabotaje petrolero.
- en la marcha del 1° de mayo llevaron pancartas en defensa de RCTV;
- apoyó las guarimbas de los estudiantes de la UCAB y universidades privadas.
Con la proximidad de las elecciones sindicales, Henry Arias perdió puntos al ser denunciado por cobrar matraca a la empresa concesionaria del Comedor, Corpobrica, con fotocopias de los pagos de 25 millones mensuales efectuados supuestamente para becas para los hijos de los trabajadores. Una de las formas de recuperar parte del prestigio perdido, es asegurar el pago del tabulador que significa fuertes aumentos a una gran parte de los trabajadores, y de paso, agravar la situación financiera de Alcasa. Para ello, manipuló un conflicto planteado por los operadores de equipos agrupados en cooperativas, que solicitaban el cumplimiento del compromiso de pasar a la nómina de Alcasa, para cerrar el portón presionando por el pago del Tabulador.
En el actual estado de cosas, la oposición necesita que la situación de Alcasa se complique lo máximo posible, llevarla a una crisis que le sirva de plataforma política para enfrentar al gobierno. Detrás de las acciones de Henry Arias se nota la influencia política de la oposición, y el objetivo de desestabilización coincidiendo con la estrategia del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
El plan tiene varias facetas, apelando también al sabotaje expresado en:
- robo 4 de motores eléctricos nuevos en la Planta de Carbón
- robo de cables y flexibles de aluminio en Rectificadores
- robo en Almacén de las tarjetas de Laminación
- robo de las guayas de tierra en Rectificadores
- daños al cable de fibra óptica que alimenta los sistemas
- no presentar el plan de ventas a tiempo para ser presentado por la Junta Directiva.
El ingreso descontrolado de personal también agrava la crisis financiera de Alcasa, sumado a los sobretiempos inflados, el ausentismo, el pisa y corre. En Diciembre de 2006 la nómina de Alcasa era de 2.800 personas, y a Dic. 2007 llega a 3.217 personas.
No descartamos que en el futuro inmediato, la crisis de Alcasa se extienda a Bauxilum, a Carbonorca y Venalum, en un intento por crear un verdadero caos en las empresas del aluminio en Guayana.
El sector sindical de la derecha bolivariana está representado por los diputados José Gil y Angel Marcano identificados con el Ministro de Trabajo José Ramón Rivero, y con el Gobernador Rangel Gómez. Hay que tener en cuenta que José Gil fue el único dirigente sindical al cual el Presidente Chávez le levantó la mano, y sin embargo perdió las elecciones frente a otro candidato bolivariano, Trino Silva.
Muy desprestigiado, este sector se enfrentó permanentemente al expresidente Carlos Lanz y la propuesta de cogestión. En este momento, hicieron un pacto de no agresión con el actual presidente Betancourt y la Junta Directiva, ya que no los mencionan en los volantes que han distribuido.
NUESTRA PROPUESTA
Frente a esta situación, el sector que nuclea a los sectores bolivarianos revolucionarios, honestos, patrióticos y socialistas, ha expresado permanentemente su identificación con los lineamientos del gobierno revolucionario, ha denunciado los planes de las multinacionales y sus cómplices criollos.
Para enfrentar esta situación y diseñar un nuevo rumbo para Alcasa, se debe:
- renovar completamente la Junta Directiva y la Presidencia de Alcasa;
- la intervención de una Comisión Investigadora de la Asamblea Nacional bajo control de los trabajadores de Alcasa, que abra los libros contables, que investigue la política de comercialización y compras, la venta de chatarra
- hacer públicos los compromisos que ha tomado el Presidente de la Empresa y miembros de la Junta Directiva para el suministro de aluminio a empresas privadas, entre otras, a Sural, saboteando la política de cobro de deuda que tiene Venalum
- investigar todas las denuncias sobre irregularidades e ilícitos en Alcasa. También el sindicato debe abrir sus libros contables para ver como se están utilizando los fondos de los alcasianos.
El nuevo o la nueva Presidente de Alcasa debe mandar obedeciendo a los trabajadores, debe comprometerse a cumplir la Cláusula 145 de nuestro Contrato Colectivo, construyendo las Mesas de Trabajo y muy especialmente la Contraloría de los Trabajadores.
Queremos una Junta Directiva que incorpore a nuestros mejores trabajadores, honestos y con compromiso. Debe apoyarse en un equipo político revolucionario que pueda cumplir con el lineamiento de esta etapa, Revisar, Rectificar y Reimpulsar la construcción de una empresa productiva socialista, transformando las relaciones de producción:
la División Social de Trabajo: cambiar la estructura de la empresa, revisar las normas y procedimientos para adecuarla a los requerimientos de una empresa socialista. Superar la DST poniendo en marcha las mesas de trabajo, las vocerias, y la contraloría de los trabajadores, como está contemplado en la Cláusula 145 del Contrato Colectivo.
Revisar y transformar también las relaciones mercantiles expresadas en la política de compras y ventas, apuntando a romper con las roscas, con los monopolios, y los carteles que controlan el mercado. Desarrollar la industria aguas abajo, diversificando la producción y fortaleciendo los rubros de la industria ligado a la construcción, automotriz; apoyando a las cooperativas y EPS relacionadas con la empresa.
Estamos de acuerdo con efectuar las inversiones para la adecuación tecnológica, pero estas deben realizarse bajo control de los trabajadores para evitar que sean utilizadas para enriquecer mafias y bandas corruptas.
Nos oponemos a los llamados “comité cero conflicto”, ya que ello significa un cheque en blanco a la impunidad, ya que en aras de no tener conflicto se acuerda la no intervención en la lucha contra la corrupción.
17 de Enero de 2008